Fomentar la cultura participativa y el desarrollo comunitario para que la escuela y el pueblo sean para todos
El objetivo es caracterizar los procesos de participación y fomentar dicha cultura en el centro escolar y en la comunidad, para así avanzar en la transformación escolar y social.
¿Qué proponemos?
Con este proyecto pretendemos empoderar a los/as niños/as y jóvenes y animarles a participar en procesos de participación, ya que su implicación en la construcción del futuro es fundamental. Estamos convencidos/as de que trabajar con las comunidades que conforman la escuela incide en el desarrollo del pueblo. El proyecto se puso en marcha en el curso 2019-2020 con cuatro centros escolares de Debagoiena.
¿Cómo lo hacemos?
El proyecto se desarrolla en tres fases. En una primera fase, se realiza una recopilación de voces de los agentes de la comunidad y un diagnóstico de necesidades. En la segunda, los centros educativos ejecutan el plan de acción. Una vez realizada esta ejecución, ésta se evalúa y las conclusiones obtenidas sirven de punto de partida para la tercera fase. En esta tercera fase, se ajusta el proyecto y se inicia el proceso de difusión.
¿Qué nos puede aportar?
Este proyecto fomentará la cultura de la participación en el centro y, al mismo tiempo, fomentará la activación comunitaria, favoreciendo las vías de acceso entre los diferentes agentes, dando un paso firme hacia la cohesión social. Además, el proyecto impulsará la transmisión del euskera y la cultura vasca, ya que la interacción y la transmisión intergeneracional en las actividades prácticas que se desarrollen permitirá a diferentes colectivos vivir más de cerca el euskera y la cultura. Por último, consideramos que el proyecto ofrece una oportunidad única para dar respuesta al reto de la inmigración. De hecho, vamos a involucrar en nuestro proyecto a entidades que trabajan con personas inmigrantes y vamos a impulsar su participación.
¿Qué hemos conseguido?
Hemos creado una estructura que puede impulsar otra forma de hacer en la cultura del centro, lo que hemos denominado grupo motor. Lo que ha hecho el grupo motor ha sido diseñar un plan de acción de tránsito teniendo en cuenta todas las voces recogidas en el diagnóstico. Para realizar este diseño, como se ha dicho, las voces han sido la base y se han desarrollado propuestas teniendo en cuenta lo que se hace actualmente y las necesidades. En el grupo motor han participado de forma voluntaria tanto el profesorado como los padres y las madres y han sido los responsables de llevar las propuestas construidas en el grupo a contraste con otros profesores y profesoras y padres y madres. De esta forma, la escuela ha identificado sus necesidades a partir de las voces de todos los miembros protagonistas, y las adaptaciones han sido también contrastadas.
Hemos conseguido llevar a cabo el plan de acción dentro de las posibilidades que ha dado la situación generada por la COVID, pero varias acciones han quedado diseñadas para poder llevarlas a cabo en un escenario libre de COVID. La valoración ha sido positiva y las adaptaciones realizadas han venido para quedarse.
Sin embargo, se han dado pasos para abrir la escuela al pueblo. En el proceso hemos formado un grupo de seguimiento. A este grupo se ha invitado a las organizaciones e individuos que forman parte del ecosistema para identificar sus aportaciones y posibilidades de colaboración. Hemos conseguido que en cada escuela participen alrededor de 12 agentes y que se pongan en marcha oportunidades de colaboración.
2020
- HUHEZI, S.C.L.