En este proyecto se ha demostrado que tanto la patxa de manzana como el suero lácteo son fuentes adecuadas de prebióticos
¿Por qué este proyecto?
Cada vez son más conocidos los beneficios de incorporar prebióticos en la dieta, en la flora intestinal, en el sistema inmunológico … especialmente en el caso de las personas mayores. Por ello los prebióticos son productos de alto valor añadido, cuyos efectos beneficiosos se notan aplicando dosis relativamente bajas.
El sector alimentario produce una gran cantidad de subproductos cuya valorización se puede mejorar. Hemos localizado que algunos de ellos, como la patxa de manzana (subproducto de sidrerías) y el suero lácteo (subproducto de queserías) que pueden ser, respectivamente, fuente interesante de fructooligosacáridos (FOS) y galactooligosacáridos (GOS).
Como empresas concienciadas, contribuir en el ámbito de la investigación relacionada con la salud y el envejecimiento de la población, con proyectos y modelos de negocio de clara vocación de desarrollo sostenible y dentro del marco de la economía circular es prioritario.
El proyecto Circularpreb para la valorización de los residuos alimentarios en busca de nuevos productos de alto valor añadido como son los productos prebióticos ha sido una buena oportunidad de avanzar en esa línea.
¿Cómo lo hemos hecho?
La colaboración entre empresas y Centros tecnológicos ha sido fundamental, hemos ensayado distintos métodos de extracción prebióticos para obtener extractos con contenidos relativamente altos de prebióticos.
Después hemos realizados diversas pruebas de secado con los extractos, para transformarlos en polvo, usando una tecnología de secado desarrollada en Gipuzkoa, llamada Pulse Spray Drying. Tras muchas pruebas, esto ha sido posible con éxito, pero ha habido que superar una dificultad: los prebióticos extraídos, son azúcares u oligosacáridos que, como todo este tipo de substancias, presentan un comportamiento adherente una vez eliminada el agua que contienen, por lo que su manejo no es posible, salvo que se añada algún aditivo que los fluidifique, como ha sido en este caso la maltodextrina.
El planteamiento del proyecto ha sido la generación de residuo cero, como se ha demostrado en el caso de la patxa de manzana, que se ha secado también el resto de fibra que queda tras la extracción de los prebióticos (producto mayoritario), dando lugar a una “fibra alimentaria de manzana en polvo”, apta para su incorporación como ingrediente en otros productos alimentarios.
Además, se ha realizado la ingeniería y el estudio económico de los procesos de extracción y secado desarrollados, pensando en una primera implantación industrial de estos procesos y analizando las verdaderas opciones de desarrollo de una biorefinería de este tipo en el futuro.
¿Qué ha aportado el proyecto?
La colaboración es un aspecto imprescindible en proyectos de valorización, el trabajo en conjunto de diferentes empresas expertas en diferentes ámbitos junto con los centros tecnológicos ha hecho posible avanzar en un proyecto tan complejo.
En el proyecto CircularPreb se ha demostrado que tanto la patxa de manzana como el suero lácteo son fuentes adecuadas de prebióticos, Fructooligosacáridos para el caso de la patxa, y Galactooligosacáridos para el caso del suero. Que ambos productos se pueden incorporar en matrices alimentarias diversas u otras aplicaciones incrementando su actividad prebiótica.
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